Hubo un tiempo en el que sonreír era fácil, y ahora nosé, las ilusiones se alejaron y me dejaron sola en estas noches en las que busco correr aunque nosé a donde, y las canciones ya ni siquiera suenan como antes, porque se pudrieron, al igual que las paredes de mi corazón que ya no existen, y lo único que queda hoy, son estas ganas locas de subirme al primer avión y abrazarte y llorar, llorar de felicidad, que al fin y al cabo son las únicas lágrimas que valen la pena.
3 comentarios:
Tierno, tierno :_
soy tu seguidora, amo tu blog.
Me encanto tu blog :) un besito linda
Desde tu mirada el amor es tan inocentemente bello y tan doloramente real...
Mucho sentimiento en tus letras, Agustina.
Gracias por la visita a mi blog.
Un beso, guapa.
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